Luís, era un tipo simple, le gustaban las cosas sencillas, la vida sin altibajos, tenía una novia hermosa y comprensiva, amigos a granel, y una familia que lo quería a pesar de todo...Pero algo le faltaba, se sentía incompleto, así que un día decidió salir en busca de aquello que le faltaba, lo que lo haría ser uno consigo mismo otra vez. Vagó por mucho tiempo hasta que un hombre viéndolo desorientado, le pregunto:-¿adonde vas tan apurado muchacho?
-estoy buscando algo que me falta-respondió Luís-pero no se que es.
-mmm...-musito el hombre -ya sé que te falta, Tenés que encontrarla a ella.
-¿ella? ¿Quién es "ella"?-pregunto Luís al hombre.
-ella...-comenzó el hombre-es el motor de nuestra existencia, es lo que nos hace ser uno con nosotros y con los demás, ella te ayudara.
-¡parece ser lo que me falta! -contesto Luís-pero... ¿donde puedo encontrarla?
-¿ves aquella esquina? dicen que ella esta ahí, bah en realidad pasa por ahí...
-¡gracias!-Entonces Luís decidió ir hacia donde le había dicho el hombre.
Al llegar a la esquina, vió que habían dos hombres jóvenes que también la esperaban, se sentó con ellos y comenzaron a conversar.
-¡Hola!-dijo Luís.
-¡Hola, buen día!-dijeron los ellos casi al unísono-La estas buscando, ¿no?
-Si-exclamo Luís-Pero... ¿como se dieron cuenta?
Los hombres se sonrieron y uno de ellos dijo.
-Se ve en tus ojos.
-Ya veo...Hola me llamo Luís.
-Mucho gusto Luís-exclamó uno de ellos.
-¿Hace mucho que la esperan?
-Si bastante, éramos mas jovenes cuando llegamos, la teníamos pero se escapo..., desde ese entonces la esperamos, pero nunca pasó.
-Mmm...
En eso aparecio un anciano el cual, se quedó observando a Luis como si lo conociera desde hace mucho tiempo, su mirada reflejaba gran alegría y una paz comparable solo a la calma previa a la tormenta. Miró a Luis y dijo.
-No entiendo por que la esperás como ellos...
-Disculpe-dijeron los otros dos.
-Si el estaba en el camino correcto buscandola, yo tambien la busco...todo el tiempo.
-Pero la he buscado y no la he encontrado-dijo Luis.
-Si la has buscado-aclaró el anciano-pero te rendiste muy rapido, yo la tube cuando me me enamoré y me acompañó hasta que tuve a mis hijos, elsecreto es no dejarla ir...comtame tu historia...
-Bueno-comenzó Luis-antes de empezar esta busqueda yo tenía amigos, familia, y una novia todos me querían a pesar de todo y apoyaban en las buenas y las malas...
-Igual que mi padre el tambien salió a buscarla hace más de ochenta años justo antes de que yo naciera...
En ese momento el anciano miró a Luis y le regalo una sonrisa, de esas que iluminan un rostro, y le dijo a Luis:
-¡Muchacho tonto, no necesitabas buscarla ya la tenías!
-¡Que!-excalamó Luis sorprendido.
-Si, ya la tenías-dijo el anciano-solo debías hacer lo posible para que no se fuera ahora no podés volver el tiempo atras¡han pasado ochenta años desde que te fuiste!
En ese mismo intante Luis se desplomó en el suelo y paso a ser polvo que empezó a elevarse en el viento...
